AC / DE
A Roberto, de 60 años, se le ha concedido la incapacidad permanente, ya casi no puede caminar con la ayuda de un bastón. La Alta Corte de Madrid ha condenado al Servicio Madrileño de Salud a pagar una indemnización de 320.000 euros.
En 2003, Roberto Rubén Ramírez , 50 y 1,76 metros de altura, se sometió a una cirugía para extirpar parte probar el peso 130 kilos le impidió mover cómodamente y que estaban poniendo en riesgo su salud. Hoy, 10 años después, la situación no ha mejorado mucho. Si en el pasado era difícil salir, ahora apenas se puede mover, pero ya no con obesidad mórbida.
Operación bypass gástrico que se sometió a la Hospital Universitario La Princesa tuvo complicaciones, pero salió de acuerdo a las expectativas. La recuperación, sin embargo, no: los nervios que activan los músculos de las piernas, ya dañado, dejado de funcionar casi por completo. «Desde entonces, he ducharse sentado en una mesa. Puedo hacer todo, pero me canso muy rápido, y yo trato de ir por la sombra y no mandados demasiado distantes. Inicialmente utilizado un andador, pero se lo di . ahora siempre me pegan «, dijo a 20 minutos . Según blanco Tribunal Superior de Madrid (TSJM) , Roberto fue víctima de negligencia. Esto fue reconocido en sentencia dictada el pasado 20 de diciembre. En él, condenando al Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) a indemnizar con 320.000 euros. Él había pedido 600.000. «Es una lesión irreversible y, gracias a ellos, pude volver a trabajar como fotógrafo de la calle, que es lo que hice antes. Puedo tomar fotografías, pero sólo en reposo, todo lo que implica un esfuerzo físico», dice. Roberto se unió a la princesael 16 de octubre de 2003. Al día siguiente fue sometido a una intervención laparoscópica que se llevó a cabo con normalidad. El 18 médicos y registraron sus quejas acerca de la falta de fuerza en las piernas, pero no prescribe ninguna prueba o tratamiento. Tampoco después del 24, cuando sometió a una cirugía por una hemorragia intestinal resultante del procedimiento . No fue hasta el 3 de octubre, dos semanas después de la primera operación y cuando ya no podía levantarse, cuando hizo un electromiograma.
sufrido un daño permanente e irreversible
La prueba determinó que sufría una « inferior neuropatía extremidades de intensidad severa» que es un daño permanente e irreversible hacia el motor los nervios causado por una deficiencia de vitamina B1 (tiamina). «Yo tenía seis meses en el hospital y se agravó a medida que iba. Thinner, sí, pero casi cojo», explica. Fue entonces cuando comenzó su aventura asesoramiento jurídico de la y el abogado Álvaro Sardinero.
Según la sentencia, que apoya la opinión de los peritos de la acusación, el paciente no recibe el tratamiento adecuado, ya que se le dio esta sustancia, que podría haber frenado el proceso de daño nervioso.
