Raphael pule piezas olvidadas en busca de «nuevos joyas de la corona»

¿Por qué mirar hacia atrás cuando el viejo repertorio consta de canciones relegados por el peso de los éxitos, pero «igualmente válidos y, a veces incluso mejor»? Bajo esta premisa, el orfebre Rafael quería pulir con nuevos arreglos a las «Big Band» 14 temas viejos en busca de «nuevas joyas de la corona».

«Las joyas de la corona nacieron así y así debe morir. (…) Ellos son como una sinfonía de Beethoven, tienes que estar allí intocables», ha explicado hoy a Efe el artista en clásicos como «Yo soy esa», y las razones que lo llevaron a optar por otras menos conocidas piezas para su nuevo álbum, «Mi gran noche», un proyecto personal que nace con independencia de su registro.

convencido de que «no se escribe ahora como escribí entonces,» y que en la producción no hay «rellenos», decidió «revisar» los temas de finales de los sesenta como «Si es así» o «Poco a poco», reinterpretar y añadiendo arreglos orquestales sin los recortes de la censura franquista aplicada a la carta, por ejemplo, «los amantes».

En esta misión, contó con la colaboración como productor Jacobo Calderón, hijo del fallecido Juan Carlos Calderón, y con el asesoramiento de su hijo, Manuel Martos.

«Es un músico natural, tiene una gran intuición y también lo que puede decir cosas que otros no se atreven», dice.

«tesoros tremendo»

Como resultado de ello, dice que ha encontrado «tesoros tremendo» y dice sin dudar que «este álbum es un cañón» y no es la obra de «cosas de registros que son inútiles.»

«Yo no soy nostálgico», insiste, se ha reproducido en la portada una imagen del principio, pero con las marcas que han dejado él años. «Soy más de lo que viene», insiste.

Y lo que viene es Internet, por lo que este álbum sólo se pueden adquirir en formato físico en sus próximos conciertos y en formato digital a través de iTunes.

«Yo tenía esta preocupación a seguir nuevos caminos de la música», dice Raphael, declarando un usuario habitual de la red para comunicarse con su familia durante los viajes largos y el resto y la voz.

«Utilizo Internet, pero Internet no me usa», dice Linares de la que afirma que no ha tenido la tentación de escribir su nombre para buscar resultados a veces temerosos de los motores de búsqueda.

RETOS Inéditos

En el espíritu de su nuevo proyecto y en esta nueva forma de circulación, demuestra su necesidad continua para exponer y experimentar retos sin precedentes .

«El día que me siento que he dominado todo, olvídalo. Tengo que estar siempre con la energía de un eterno principiante», dice.

Es curioso viniendo de alguien que, como pasos en el escenario, es aclamado por miles de fans en cada show, pero después se relacionan, siempre que termina un concierto, protesta.

«Siempre me parece que las cosas podrían haber ido mejor, pero todo el mundo está en su lugar», dice.

La pregunta que surge entonces, usando el título del nuevo álbum, ¿cuál fue su gran noche para él.

Se remonta a la noche de regreso artístico en el Teatro de la Zarzuela, en septiembre de 2003, después de recuperarse de trasplante de hígado. Después del concierto se volvió hacia su mujer y le preguntó: «¿Alguna vez has visto a un hombre feliz.» «Pues mira a mí», respondió.

Más noches triunfales permanecer por el intérprete de «Digan lo que digan» que, apenas cuatro meses después de su última gira, llegará a la carretera con una nueva gira internacional, que tendrá el 13 de abril a México, luego a EE.UU. y, desde septiembre, de vuelta a España.

Su favorito audiencia, el Teatro de la Zarzuela de Madrid, invita entonces durante seis noches consecutivas en espera de que, como reza el título de uno de estos nuevos recortes revisitados, envía rosas.