EFE
Se encontraba en un estado de coma en julio de 1989, de 21 años, por un error de rinoplastia realizados en la Clínica Nuestra Señora de América.
Sus padres informaron al centro y se les ordenó pagar 400.000 euros. 522 días acampados frente al Ministerio de Justicia.
Después de dos décadas de batallas legales, recibieron una indemnización de 1 millón de euros, pero pensaba que había «vendido» a su hijo.
Antonio Meño , el joven que estaba en coma por una negligencia médica después día de cirugía y 522 permanecieron acampados junto a su familia en el Ministerio de Justicia, ha muerto. Según fuentes bien informadas dijeron a Efe Luis Bertelli oficina, uno de los abogados que encabezaron la defensa de esta familia, Meño fue enterrado el lunes 29 de octubre.
El joven estaba en coma vegetativo el 3 de julio de 1989, cuando tenía 21 años, después de someterse a una rinoplastia en la Clínica Nuestra Señora de América en Madrid, fue absuelto entidad, una vez que las demandas presentada por los padres. Su Familia, que se desarrolló a través de tanto criminal como civil para reclamar una indemnización, fue condenado en 2009 por el Tribunal Supremo a pagar € 400.000
costas, lo que les valió el embargo de su propiedad, a pesar de su abogado finalmente logró que la Corte permanencia de la notificación, a través de un incidente de nulidad.
acampado en una plaza
La primera frase
1993, la Justicia obligó a la aseguradora a indemnizar a Antonio principal con 172 millones de pesetas (más de un millón de euros).
Sin embargo, tanto el Tribunal de Primera Instancia número 11 de Madrid como el Tribunal de Justicia de Madrid (en 2000) y el Tribunal Supremo (en 2008) rechazó las demandas de la familia y concluyó que no hubo negligencia médica. Después de esta decisión, los padres se establecieron en 2009 Meño
campo en la Plaza Jacinto Benavente
de Madrid, junto al Ministerio de Justicia, para exigir una salida digna a la situación de su hijo.
Vuelco en el caso
Sorprendentemente, el caso tomó una vuelta cuando Ignacio Frade, un miembro del equipo de salud que había presenciado la operación de Antonio Meno y ajeno a la situación que el familia estaba pasando, más allá de la carpa montada en el frente del ministerio, fue informado de lo ocurrido y se ofreció a testificar .
El 17 de noviembre de 2010, el Tribunal Supremo estimó el recurso de revisión interpuesto por la familia y anuló las sentencias anteriores. El Tribunal Supremo estimó el recurso por el testimonio de Frade, quien dijo que durante la operación el anestesista, Francisco González, se ausentó y no estaba presente cuando se dio cuenta de que había un cambio en la frecuencia de latidos del corazón Principal. Después de esto, la familia de Antonio Meño
regresó a su casa después de 522 días acampados. El 28 de abril de 2011 se celebró el primer acto de conciliación y, después de un primer acuerdo perdidas económicas, el 14 de julio, ambas partes firmaron el pacto para la familia Meño ha recibido una indemnización de 1.075.000 euros
, que puso fin a 22 años de litigio. Padres
Menón dijeron que habían aceptado el acuerdo, ya que eran demasiado débiles para otro ensayo, pero tenía la sensación han «vendido» a su hijo .
Así, fuera de la sala del tribunal, la madre de la víctima, Juana Ortega reconoció entre lágrimas alcanzó un acuerdo
«miserable» con el que se sentía «muy mal, casi humillada», pero no tienen «el fuerza para seguir adelante «y enfrentar otro juicio por diez años, por lo que él no hizo caso a los abogados, a pesar de lamentar que el anestesista había liberado a Francisco González.
Madrid .
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