Más de 30 ‘ratoneras’ del tráfico se perpetúan en Madrid pese al descenso de coches que circulan

ÁNGEL CALLEJA

  • Los accesos a la capital, los grandes nudos de conexión y los principales recorridos no mejoran a pesar del descenso de vehículos.
  • Los agentes de movilidad denuncian fallos de diseño en las vías, errores de gestión y falta de personal.
  • Un vecino que conduzca 30 minutos hasta su trabajo puede perder hasta 57 horas al año en atascos, según TomTom y el Racc.
  • La Plaza de Colón, José Abascal, la M-30 a la altura de Méndez Álvaro o Doctor Esquerdo, entre los puntos más colapsados.

Atasco en la M-30

Los atascos son una seña de identidad de Madrid. Aunque el Ayuntamiento ha invertido millones de euros en infraestructuras (5.600 en el soterramiento de la M-30, 110 en la remodelación de Serrano, 14,5 en el bulevar de la Avenida de Portugal) y de que el tráfico ha descendido por la crisis, los embotellamientos históricos apenas han mejorado e incluso han empeorado en algunos casos.

Por la ciudad transitan a diario 2,2 millones de vehículos que realizan, según datos municipales, unos 4,2 millones de desplazamientos. En los accesos se agolpan hasta 800.000.

En 2013, y de acuerdo a los datos de Automovilistas Europeos, la intensidad circulatoria cayó un 7% respecto a 2012. El censo de coches ha bajado un 1,9% (hasta los 1,3 millones) desde 2008, mientras que el de motos, más versátiles, ha ascendido un 6,8% (son 193.899).

Sin embargo, la región aún lidera los atascos en hora punta con una media de 60 kilómetros por jornada, según un estudio de la empresa TomTom. El propio informe de la movilidad municipal publicado de 2012 señala que hasta 65 calles de la capital no superan la velocidad media de 10 km/h. Un vecino que conduzca 30 minutos al trabajo puede perder hasta 57 horas al año en atascos, apunta el Racc.

Los expertos de la Asociación Española de la Carretera y el Race responsabilizan de la situación al mal diseño de las vías y a la falta de planificación a la hora de construir núcleos residenciales, comerciales o industriales.

El sindicato de agentes de movilidad (Spam), añade a estas la falta de personal del cuerpo (en lugar de las 1.200 personas previstas en plantilla solo hay 673 personas que, además, no cobran pluses de peligrosidad ni penosidad) y los errores en la regulación semafórica. Adrián Fernández, ingeniero y miembro del colectivo Ecomovilidad.net, apunta, además, a la disminución de la competitividad del transporte público a causa de los tarifazos y los recortes del servicio.

Que el Ayuntamiento permita ahora aparcar más horas en las plazas callejeras de pago solo va a aumentar el problema, según Mario Arnaldo, de Automovilistas Europeos. Además, el Área de Movilidad ha decidido que sus agentes trabajen en solitario en puntos clave como Atocha, Cibeles o Colón en lugar de por parejas, como ocurría hasta ahora. Para Spam, ello significará un servicio peor en la gestión del tráfico.

La capital

Plaza de Colón > La reforma para colocar la estatua del descubridor en el centro la ha convertido en el peor punto para los agentes de movilidad. Confluyen los conductores de Recoletos, Goya, Génova y la Castellana, que prolongan los problemas hasta los bulevares. “La señalización es mala y se incumplen las normas”, indican desde Spam. Las manifestaciones y los actos en la Audiencia Nacional suman dificultades.

Nudo Norte > En él se concentran los particulares que salen de Castellana, los autobuses que van a los hospitales o pueblos de la zona norte y los que toman la carretera de Colmenar. Los agentes realizan cortes en el cruce de Pío XII con Caídos de la División Azul para reconducir a los ciudadanos por Arturo Soria u otras salidas a la M-30.

O’Donnell-Doctor Esquerdo > La M-23 se reduce a dos carriles. “Doctor Esquerdo va en retención por fases semafóricas mal ajustadas, como las del cruce de Francisco Silvela con la Avenida de los Toreros”, dicen los responsables de Movilidad. Se extiende a la Avenida del Mediterráneo.

Ventas > Recoge a los usuarios de la M-30 y a los que acceden a la misma desde la calle de Alcalá. Tiene una intensidad media diaria (consulte en este enlace el IMD de las calles de Madrid) de entre 80.000 y 100.000 vehículos diarios.

José Abascal > Conocida como ‘José Atascal’. El 90% de los coches trata de pasar de los cuatro carriles de la calle al único del túnel de María de Molina que lleva a la A-2. Para ello, rebasan los semáforos y se quedan en los cruces intermedios, colapsando el giro de la Castellana y extendiendo los problemas a Gregorio Marañón.

Cibeles > Capacidad insuficiente para asumir las alrededor de 100.000 circulaciones que provienen de Gran Vía, Alcalá, Paseo del Prado y Recoletos. Un punto a evitar.

Cuatro Caminos – Raimundo Fdez. Villaverde > Tiene picos de 80.000 vehículos. Recoge tráfico de Tetuán, Chamberí y la Castellana. La reducción de carriles en la glorieta provoca dificultades en la distribución.

Plaza de España > Embotellamiento desde Príncipe Pío por la llegada de los conductores de la A-5, principalmente. Afecta a Bailén, Gran Vía y Princesa. Intransitable en  Navidad.

Atocha > Los seis carriles de la rotonda no alivian con fluidez el trasiego que se acerca desde el Paseo del Prado, la Ronda de Atocha, el Paseo de la Infanta Isabel, Delicias y Méndez Álvaro. Cruzar este punto por el paso subterráneo hacia la Avenida Ciudad de Barcelona supone 20 minutos en hora punta.

Cristo Rey > Entre 60.000 y 80.000 vehículos diarios provocan problemas en el acceso desde Reyes Católicos y la A-6 y en los trayectos desde Cea Bermúdez y San francisco de Sales.

Costa Rica > Acumula hasta 80.000 desplazamientos entre la plaza de la República Dominicana y el túnel de José María Soler.

Plaza de Duque de Pastrana, Alfonso XIII con la Plaza del Perú, José Bardasano Baos, Juan Bravo con Velázquez, General Martínez Campos y Antonio López > Problemas con la doble fila que alivia la llegada de la Policía Local o los agentes de movilidad.

Las circunvalaciones

M-30 > La circulación avanza a duras penas en la Avenida de la Ilustración, los túneles de El Pardo, San Pol de Mar y todo el arco este de la circunvalación desde la conexión con la A-3 hasta pasada la A-2.

M-40 > Dificultades en todos los accesos, sobre todo desde Vallecas hasta el nudo norte, en los recintos feriales y en el enlace con la A-5.

M-50 > El punto crítico es su desembocadura en la A-6.

Las grandes entradas

A-1 > El barullo se concentra en Alcobendas por la saturación de centros comerciales. Coincide con la carretera del aeropuerto, el final de la M-50 y los PAU de Las Tablas y Sanchinarro.

A-2 > Colapso desde Alcalá hasta Torrejón pasando por San Fernando. Estas tres poblaciones, con importantes núcleos industriales (El Girasol, Las Monjas, La Garena), suman 370.000 habitantes. Los conductores que salen de la Alameda de Osuna y los que entran a Arturo Soria aumentan las retenciones. Ya en Madrid, la Avenida de América sufre congestiones en ambos sentidos y en la llegada por Francisco Silvela.

A-3 > Santa Eugenia registra el punto álgido de las retenciones, que se prolongan a las conexiones con la M-40 y la M-30. Como en el resto de autovías, cualquier alcance entre dos vehículos, por pequeño que sea, es capaz de obstruir todo el recorrido.

A-4 > Atasco en Pinto y Getafe. El enlace con la M-40 a la altura de Mercamadrid y el de la M-30 en Méndez Álvaro son de los peores para el tráfico.

A-5 > El atolladero comienza Arroyomolinos-Xanadú (a 20 kilómetros de Madrid) por el cuello de botella que provoca la reducción de carriles, aunque la caravana se nota 10 kilómetros antes, en Navalcarnero, y llega hasta la capital, donde hay que reducir la velocidad a 70 kilómetros/hora. Móstoles y Alcorcón son los puntos más conflictivos.

A-6 > Goza del único carril bus-VAO, pero cualquier incidencia en el mismo puede atascar la circulación desde Las Rozas hasta Moncloa. Admeás, sufre retenciones a la altura de las conexiones con la M-50 y la M-40 y en Majadahonda a la altura de El Plantío.

M-607 > A la altura de Colmenar y en la entrada a Madrid, al acercarse al Ramón y Cajal. Su trazado complica las entradas y salidas.

A-42 > Los problemas arrancan en Parla y aumentan al atravesar los polígonos de Fuenlabrada y Villaverde hasta llegar a la M-30.

Los municipios

Móstoles > Problemas de entrada en El Soto. Ha estrenado un nuevo carril para aliviar la entrada por el Polígono de Regordoño (M-506 y M-50), pero persisten los problemas de salida en ese punto.

Alcorcón > Retenciones permanentes en hora punta para llegar desde la M-40 y la A-5.

Majadahonda y Las Rozas > Los accesos a los centros comerciales Equinoccio y Gran Plaza II son insuficientes para la demanda.

San Sebastián de los Reyes y Alcobendas > Los conductores que bajan de la sierra norte y los que salen de las áreas comerciales de ambos municipios van directos a un embotellamiento en el kilómetro 19 de la A-1.

Madrid